Antes de nada, debemos conocer cuál es el corte de uñas más adecuado, y el profesional que mejor puede darnos esa información es un podólogo. Por ello, es necesario acudir a un especialista en podología para que nos asesore sobre cuál es el mejor tipo de corte, ya que en algunos casos es necesario un corte recto, y en otros en forma de curva.
Normalmente, las uñan deben cortarse de forma recta y debemos limar ligeramente las esquinas (picos) con una lima de cartón.
Es mejor utilizar un cortaúñas o alicate recto, y elegir una postura que nos resulte cómoda y con la que evitemos los movimientos extraños.
Se debe tener un cuidado especial cuando cortemos las uñas de pacientes de riesgo como, por ejemplo, diabéticos o personas con problemas de circulación, ya que sus heridas pueden tener una recuperación complicada.
También hay que ser cauteloso cuando cortemos las uñas de los niños ya que tienen uñas muy pequeñas. Por tanto, es recomendable que sus padres acudan una vez al año al podólogo para valorar y adecuar el corte a su forma del dedo, a la vez que se hace un seguimiento de la salud de su pisada.
En el caso de los deportistas hay que poner una especial atención para evitar las uñas incarnadas, una patología muy dolorosa y molesta. La uña incarnada u onicocriptosis sucede cuando un borde de la uña se clava bajo la piel del dedo y se puede producir por diferentes razones, como llevar las uñas mal cortadas o un calzado muy ajustado, entre otras. Cuando se produce una presión sobre la uña puede ocurrir que esta se curve hacia abajo y se produzca un crecimiento comprometido en la zona del rodete ungueal o borde de la uña.
¿Cómo hacer frente a las uñas incarnadas?
Una uña incarnada provoca mucha molestia, sobre todo en aquellas personas que hacen deporte o que caminan mucho. Normalmente, cuando el paciente siente los dolores propios de la uña incarnada lo normal es intentar cortarse la esquena clavada en la piel. Sin embargo, la uña suele estar demasiado profunda como para poder acceder a ella y el corte que se realiza es superficial.
Por ello, en caso de padecer esta dolorosa patología se debe acudir al podólogo para realizar una evaluación y extraer la espícula (fragmento de uña clavado en la carne). Salvo en contadas excepciones nunca es aconsejable arrancar la uña ya que eso posiblemente complica el problema a largo plazo. Mediante la cirugía ungueal podemos eliminar solo la parte que se clava dejando la uña ligeramente más estrecha pero con un resultado estético muy satisfactorio. Se trata de una pequeña cirugía mínimamente invasiva de la que el paciente sale caminando tras la intervención. En este proceso se realiza un tipo de técnica u otro según la tipología del paciente.
La importancia de la hidratación
Los expertos en podología recomiendan tener el hábito de hidratarse los pies cada vez que nos cortamos las uñas. Así, con un pequeño gesto estaremos cuidando e hidratando nuestros pies. Y es que tener una piel hidratada garantiza una mayor elasticidad y disminuye el riesgo de grietas, ampollas e infecciones.
¿Cuánto crecen nuestras uñas?
El crecimiento de las uñas varía dependiendo de la persona y de la edad, así como de la ingesta de calcio y de factores hereditarios. El crecimiento medio de las uñas de los pies es de 0.1 milímetro al día.
Además, el crecimiento suele ser más rápido en jóvenes y empieza a disminuir la velocidad una vez se cumple la segunda década de vida. Es interesante saber que las uñas crecen más rápido en climas cálidos que fríos.
En niños pequeños es muy importante vigilar que no se muerdan las uñas ya que pueden contraer infecciones. Del mismo modo, también es muy importante no quitarse la cutícula de las uñas ya que esta es la principal barrera que tiene la uña para no contraer infecciones como los hongos.
ARTICULO ESCRITO POR
PODOACTIVA